El alimento apropiado para el recién nacido es sin
lugar a duda la leche materna, ya que esta contiene todos los nutrientes e inmunoglobulinas
que el pequeño necesita, misma que en algunas ocasiones por alergias,
intolerancias u otras condiciones fisiológicas en el recién nacido y algunas
otras como escasa producción de leche en la madre (entre otros factores) puede
ser sustituida por una formula de especialidad para tener una mejor asimilación
por parte del bebé. Posterior a ello, las necesidades y requerimientos
nutrimentales del bebé incrementan y es necesario incluir alimentos nuevos como
es el caso de los purés y papillas, a este periodo de introducción de alimentos
se le conoce como: Ablactación.
Nos leemos en el próximo post con más información reelevante.
Te saluda Narshelli Lozano, tu nutrióloga de cabecera.
Este
periodo es de vital importancia ya que de una correcta exposición a los
alimentos dependerá el bienestar del bebé pero sobre todo repercutirá
significativamente en su adultez.
Pero
entonces ¿Cómo saber qué alimentos ofrecer? para esto es muy importante
reiterar que por lo menos durante los primeros 6 meses de vida la alimentación
sea exclusiva de leche materna a libre demanda, posteriormente esta lactancia
se puede complementar más no sustituir hasta 1 o 2 años de vida como lo indica
la OMS (Organización Mundial de la Salud)
Lo
ideal es comenzar con unas cuantas cucharadas de puré al día e ir incrementando
de manera gradual, cabe mencionar que durante este periodo no se debe disminuir
y/o modificar la cantidad de leche ofrecida. Estos purés se iniciarán con un
solo alimento a la vez y con exposiciones consecuentes de 3 días, es decir: si
vamos a introducir un alimento nuevo como la manzana, procuraremos ofrecerle
puré únicamente de manzana durante 3 días consecutivos. La finalidad de hacerlo
de este modo es que si existiera intolerancia o rechazo por parte del bebé
sabremos exactamente qué alimento fue, además de que será más rápida su
digestión. Si por el contrario hacemos papillas muy elaboradas al principio de
la ablactación y se presenta malestar, no sabremos con exactitud qué alimento
en particular lo ocasionó. Esta práctica únicamente se aplica en introducción
de alimentos nuevos, si por ejemplo sabemos que el bebé tolera bien la
zanahoria y queremos ahora probar con chayote, se podrán combinar sin ninguna
restricción.
Ahora
bien, comenzaremos con la recomendación de la NOM 043 (Norma Oficial Mexicana)
la cual nos sugiere que:
-
De 0 a 6 meses: Lactancia exclusiva. Es muy frecuente durante esta etapa
ofrecer alimentos para los que el bebé aún no está preparado como son:
galletas, dulces, chocolates, alimentos cítricos, entre otros. Ofrecer estos y
otros alimentos desencadenarán alergias y favorecerán el desarrollo de
sobrepeso y obesidad en etapas adultas.
-
De 6 a 7 meses: a partir de esta edad se podrán ofrecer carnes como pollo,
pavo, res y cerdo (esto evitará deficiencias de hierro y vitamina B12) además
se podrá ofrecer frutas y verduras siempre y cuando se eviten a toda costa los
cítricos. Se puede ofrecer cereales como el arroz, la tortilla y las pastas.
Estos alimentos se ofrecerán en forma de puré sin quitar la cáscara de las
frutas y verduras (a excepción de las que sea necesario pelar) se evitará el
uso de sal y azúcar. Recordemos que el consumo de estos últimos es una práctica
que realizamos porque ya estamos acostumbrados a la exposición de sal y azúcar,
un bebé que apenas está conociendo los sabores no está acostumbrado a esta
exposición, lo cual evitará el desarrollo de enfermedades en etapas más
avanzadas.
-
De 7 a 8 meses continuaremos con las instrucciones anteriores, sin embargo
incluiremos además leguminosas, como son: habas, lentejas, garbanzos y
frijoles.
-
De 8 a 12 meses: la consistencia se cambiará a picados finos a tolerancia del
bebé, continuaremos con las practicas anteriores y agregaremos derivados de
lácteos y huevo.
-
A partir del año, el pequeño ya está listo para incluir en la dieta familiar,
ya podemos incluir cítricos y semillas. Con la recomendación de evitar en la
medida de lo posible los irritantes y el picante.
Recordemos
que de una correcta ablactación dependerá la presencia de obesidad, alergias y
otras enfermedades en la adultez.
Nos leemos en el próximo post con más información reelevante.
Te saluda Narshelli Lozano, tu nutrióloga de cabecera.
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